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AREA DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
CURSO: Transdisciplinariedad y ciencias de la educación
Reflexión de las Lecturas:
“Transdisciplinariedad. Un enfoque para la complejidad en el mundo actual”;
Autor: Miguel Martínez Miguélez. Y “Fundamentos de la Transdisciplinariedad”;
Autor: Manfred A. Max – Neef.
FACILITADOR:
Dr. Jorge Luis España Márquez
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AUTOR:
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||
Rubin Vilma
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C.I. 3.951.883
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Febrero, 2012
Reporte de Lectura de Texto
“Transdisciplinariedad. Un enfoque para la complejidad en el mundo
actual”; Autor: Miguel Martínez Miguélez.
En primer lugar, me
propongo exponer la reflexión de la lectura. Así pues, la ubicación del autor
en la época corresponde al postmodernismo, su corriente de pensamiento se
identifica con la Transdisciplinariedad, complejidad, hermenéutico y
pragmático. La intencionalidad del texto corresponde a una propuesta de un
nuevo paradigma para el estudio de fenómenos de la realidad; así mismo, para
reflexionar de la necesidad que hay de cambio, del paradigma atomicista
parcelado, a un paradigma integrador, totalizador, humano y sobre todo
comprensivo. De tal manera que se pueda superar la parcelación y fragmentación
del conocimiento para lograr una confluencia de saberes en integración e
interacción.
Por que si bien es
cierto, son las universidades quienes tienen la misión y el deber de enfrentar
este estado de cosas y por supuesto, ser sensibles a los signos del tiempo y
formar generaciones en consonancia con ellos, centrar la Transdisciplinariedad
en lo que debe ser la universidad del mañana y su evolución, haciendo énfasis
en transformación y superación. En cuanto a la relación que tiene el texto con
el ámbito disciplinar de interés del
lector, se relaciona profundamente, por cuanto, el entorno educativo en el que
me desenvuelvo se encuentra actualmente ante necesidades urgentes de
transferencias paradigmáticas que permitan la formación de ciudadanos más
acoplados a los nuevos tiempos de vida, acorde con los avances tecnológicos,
los problemas ambientales, las necesidades sociales y políticas; en efecto, s
fundamental un cambio de cultura educativa que incluya todas las partes
involucradas: Sociedad – Familia – Escuela – individuo. Por lo que se hace
imperioso el cambio de mentalidad de los docentes, pues así los señala el mismo
autor: “El problema clave más complejo de la evolución transdisciplinar de la
universidad es la formación de formadores”.
En lo referente a la
dificulta del lenguaje hay que acuñar nuevos términos o redefinir los ya
existentes, generar nuevas metáforas que revelen las nuevas interrelaciones y perspectivas; la
metodología y la epistemología en que se apoyan deben sentar las bases de un
nuevo paradigma científico. Se intenta es hacer evolucionar a la universidad
hacia un estudio de lo universal en el contexto de una aceleración sin
precedentes de los saberes parcelados. Por tanto, esta evolución es inseparable
de la búsqueda transdisciplinar, es decir: entre, a través y más allá de todas
las disciplinas particulares.
La evolución
transdisciplinar conlleva como he venido revisando, a una confluencia de
saberes de interacción e integración para transformar y superar; la línea de
reflexión se enmarca en un movimiento transdisciplinario cuya intención es
hacer evolucionar lo universal. Se trata pues, de hacer penetrar el pensamiento
complejo y transdisciplinar dentro de las estructuras y programas de la
universidad. Estos planteamiento están sustentados en Simposios Internacionales; UNESCO; Conferencia de
Zurich 2000; por CIRET de Francia. También plantea cuatro pilares fundamentales
que sirven de base a la nueva educación: Aprender a conocer – Aprender a hacer
– Aprender a vivir juntos – Aprender a ser.
El ideal de la
Transdisciplinariedad exige un paradigma epistemológico y holístico, e
involucrarse en un diálogo intercultural haciendo que la ciencia se vuelva
necesaria para entender los complejos sistemas del mundo actual. Necesitamos
una nueva visión de la realidad vinculada en una transformación fundamental del
modo de pensar, de percibir, y de valorar, se trata de un paradigma universal
con objetivos como guiar la interpretación de las interpretaciones, la
explicación de las explicaciones con apoyo gnoseológico y que como paradigma
emergente nos permita superar el realismo, salir del reduccionismo y entrar en
una lógica de coherencia integral, sistémica y además ecológica; es decir, una
ciencia transdisciplinaria.
Cabe señalar que las
entidades emergentes transdisciplinarias requieren una lógica dialéctica y el
círculo hermenéutico es el proceso interpretativo al movimiento que va del todo
a las partes y de las partes al todo, buscando sentido. Esta misma lógica
dialéctica supera la causación lineal, unidireccional, explicando os sistemas
autoconectivos de retro y pro alimentación, los circuitos recurrentes y ciertas
argumentaciones circulares; pero su uso rechaza el principio del tercero
excluido y acepta el del tercero incluido, que representa un concepto
importante en el enfoque transdisciplinario, formalizando la presencia de
paradojas, antinomias, y sus aportes complementarios en el conocimiento, a fin
de crear imágenes de la realidad más completas, integradas y verdaderas.
Por ultimo, es
importante señalar que esa concepción científica, basada en la teoría de la
racionalidad manifiesta carácter complementario inter y transdisciplinar y no
contradictorio de las ciencias experimentales que crean y manipulan sus
objetos, y por el otro, de las ciencias humanas que tienen el problema de la
descripción del sentido que descubren en las realidades y que se denomina
tercera cultura, trata de descubrir la sociedad humana en su complejidad y su
objeto es un todo integrado coherente y lógico para el logro de una
satisfacción intelectual que viene a ser la meta de toda validación. En
resumen, esta teoría de la racionalidad y el comportamiento humano constituyen
un paradigma emergente que se impone a nuestra mente. Resulta claro, la
necesidad de cambio de paradigma científico y los positivistas y mecanicistas quedarían
dentro del paradigma holístico y transdisciplinar de los nuevos tiempos, y la
lógica clásica como también los axiomas Aristotélicos darían paso a procesos
racionales para enfrentar enunciados complejos y globales.
A continuación el
reporte de la segunda lectura: “Fundamentos de la Transdisciplinariedad”;
Autor: Manfred A. Max – Neef.
Esta
lectura trata de la problemática del nuevo siglo tales como agua, crisis
ambientales, migraciones forzosas, pobreza, terrorismo, etc.; estos desafíos no serian preocupantes
si la educación que se entrega a los estudiantes de universidades fuera
coherente con el mismo desafío. Pero no es así, sigue dominando la enseñanza
unidisciplinaria. Por lo que la síntesis integradora no se logra a través de
una acumulación de cerebros; se precisa una formación orientada y que lo haga
posible. En un primer paso debe ocurrir en los postgrados dirigidos a áreas
temáticas más que a disciplinas especificas a manera de tratarlo como un
fenómeno integral; Segundo, una aclaración de conceptos y terminologías como: Disciplinariedad
que no es más que monodisciplina que representa especialización en aislamiento.
Multidisciplinariedad en la que no existe cooperación entre las disciplinas.
Pluridisciplinariedad que es la cooperación entre disciplinas sin coordinación,
generalmente se da entre áreas del conocimiento compatibles entre si y de un
mismo nivel jerárquico. Interdisciplinariedad que es la coordinación del nivel
inferior desde el superior. Transdisciplinariedad existe coordinación entre
todos los niveles.
La epistemología de la
Transdisciplinariedad en su parte débil se sustenta en un enfoque práctico y
simplificado con aplicabilidad en las ciencias sociales. En la parte fuerte se
sustenta en tres pilares nivel de realidad, principio del tercer incluido y por
ultimo la complejidad. La transdisciplina representa un claro desafío a la
tradicional lógica binaria y lineal Aristotélica. Y más que una disciplina o
súper –disciplina es, en realidad un modo distinto de ver el mundo, más
sistémico, más holístico.
En este orden de ideas
resulta fácil constatar que no existen universidades transdisciplinarias, solo
se realizan esfuerzos interdisciplinarios, pero generalmente como experiencias
marginales no integradas a la estructura de la universidad, las mismas
continúan sustentándose en disciplinas aisladas. Entonces, en la medida que no
se definen explícitamente los principios éticos y los valores que deben
conformar una sociedad orientada hacia el bien común, no pueden diseñarse
políticas coherentes con el desafío. Importa y, por muchas razones reconocer
que las dos lecturas guardan relación en sus planteamientos y que disciplina y
transdisciplina no son antagónicas sino que se complementan; y el tránsito de
una a la otra, genera enriquecimientos recíprocos del conocimiento que
facilitan la comprensión de la complejidad. Pertenecen a la misma corriente del
pensamiento transdisciplinario, complejidad y pragmático.
Señalan además que la práctica de la
Transdisciplinariedad como método, de manera sistemática, en sus dos versiones tanto
fuerte como débil implica esfuerzos simultáneos para perfeccionar en lo que a
visión del mundo se refieren. Y como no existe ningún centro de estudio
superior orientado transdisciplinariamente urge el esfuerzo en pro de
instancias para su desarrollo y aplicación.
Evidentemente se
identifican las dos reflexiones y van de la mano en cuanto a intencionalidad
del texto pues, están sustentadas en un enfoque práctico, con vista a permitir
su aplicabilidad para la investigación de un método que tienda a ser
transdisciplinario especialmente en las ciencias sociales, llegando a compartir
un marco epistémico amplio que le sirva para integrar las diferentes orientaciones
de sus análisis, principios básicos, postulados, perspectivas o enfoques,
procesos metodológicos; y su verdadero espíritu va más allá de la unidad del
conocimiento, caminando hacia la transformación y creación de un nuevo arte de
vivir con visión transcultural, transnacional, transpolítica y transreligiosa.
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