jueves, 1 de diciembre de 2011

II Semestre. Curso Ejes de Socialización. 05/11/2011



 

análisis de los contenidos   




Atendiendo al rubro de la unidad curricular: Ejes de Socialización de la Investigación en lo referente, al análisis de los contenidos teóricos, me permito señalar  el primer contenido: “Universidad Cercada”, expresa la crítica que el autor: Rigoberto Lanz, hace hacia la universidad profesionalizante: el mercado laboral y con ello, ya no hay correspondencia entre profesiones y empleo, entre transferencias tradicionales de conocimiento y trabajo. En efecto las nuevas profesiones tienen el límite de los mismos viejos modos de pensar, enseñar y trabajar; y, esta “frontera del diploma” viene a expresar el agotamiento del modelo de universidad que se arrastra y esta en crisis.

Por supuesto, el sentido dominante no ve más allá de la universidad como formadora de profesionales y por esto le cuesta compartir la idea de una universidad de “comunidades intelectuales”, reflejando el enorme vacío teórico, ubicando fuera de esos ámbitos las claves de su transformación. Ahora bien, ¿como minimizar la gravedad de la crisis universitaria? Pues, a  través del esfuerzo transformador de sectores con conciencia de la inviabilidad de encierros conceptuales, de las cercas académicas y los claustros escolásticos; es decir, derribando los dogmas.

Por otra parte, el segundo contenido: “La Mundialización del Conocimiento”, también del mismo autor Rigoberto Lanz, pretende orientar la línea de reflexión que esta en tensión con las fuerzas hegemónicas que se inscriben en la lógica del pensamiento único, en la voluntad imperial que sigue gobernando los intercambios Norte – Sur; y que frente a esta postura universalizante y hegemónica del conocimiento surge la critica contundente al reduccionismo cientificista para descalificar todo saber que se escape a la lógica de la ciencia o del método científico. Se trata de concepciones epistemológicas postmodernas, saberes alternativos, ondas de la nueva ciencia y esfuerzos de renovación en el interior de la ciencia normal, cuyo dinamismo no puede ser represado en límites instituidos de una manera de conocer. Por eso, la entronización del pragmatismo mercantilista en la cultura, comunicación y educación hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio para valorar pertinencias y sostenibilidad en el campo de los conocimientos.

La universidad, como el aparato de certificación de saberes representa un atrayente mercado internacional y que además esta siendo presionado para eliminar barreras y regulaciones. En esta perspectiva las grandes corporaciones tienen como objeto la mercantilización de títulos universitarios y que, circulan sin restricción; es decir, se inscribe claramente en la lógica de interés mercantilistas que están siempre detrás de las ideologías globalizadoras y forman parte del pensamiento que se desarrolla paralelamente en la cultura, comunicación y nuevas tecnologías. De aquí que lo que se plantea es una lucha contra hegemónica que asume a la mundialización solidaria al defender la autonomía de la esfera cultural frente al mercado. Vale decir rechaza toda tentativa de reducir a mercancía los patrimonios culturales y acerbos de conocimientos; que haya “industrias culturales” y “mercados de conocimientos” manejados con políticas públicas precisas y direccionadas por encima de las lógicas mercantiles.

Estamos optando por un dialogo de saberes, por un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria en la que cultura y conocimiento puedan ser las bases de construcción de hombres libres.      

El tercer contenido “El Fin de la Modernidad” (Nihilismo y Hermenéutica en la Cultura Postmoderna), cuyo autor es Vattimo Gianni, plantea la necesidad de relacionar la hermenéutica con la modernidad; el Nihilismo, la critica a la modernidad y a la metafísica clásica pasando por la concepción de verdad y de la historia que serán los componentes de una hermenéutica filosófica en sentido Vattimiamo. Es decir, a la verdad se le interpreta en el horizonte del tiempo. No es una verdad de la historia sino que es una verdad histórica. Este pensar filosófico pretende establecer nexos entre Nietzsche y Heidegger, proponiendo el Nihilismo como condición esencial de la filosofía hermenéutica y la vocación Nihilista de la hermenéutica es un llamado a pensar Verwindung.

Para Vattimo, la postmodernidad se vincula con el fin de la historia y esta con los llamados “grand récits”; la caducidad de estos discursos globales proviene de un conflicto de racionalidades o de la debilidad de la razón para articular un discurso capaz de comprender el devenir de la historia, y propone la modernidad como la época de la legitimación metafísico – historicista; la postmodernidad entonces, es la puesta en cuestión explicita de este modo de legitimación. Vattimo en el fin de la modernidad reconoce a Heidegger como el filósofo que sentó las bases de la ontología hermenéutica afirmando la conexión entre ser y lenguaje (el lenguaje es la morada del ser). Legó además dos aspectos importantes para la hermenéutica: - El análisis del Dasein como totalidad hermenéutica y – El esfuerzo de definir un pensamiento ultrametafísico atendiendo al Andenken (rememoración) específicamente a la relación con la tradición. 

En efecto,  Heidegger plantea que el comprender no es ningún tipo de aprehensión intelectual o conocimiento de alguna especie sino el modo más propio del Dasein; es decir, el modo de ser – en – el – mundo es comprender, pero además, el comprender manifiesta el modo de ser del Daseincono: Ser Posible. La comprensión nunca es absoluta porque el ser del que comprende tampoco lo es. El sentido que para Heidegger es lo articulable en la apertura comprensora se comprende en la interpretación y esta a su vez seria el despliegue del comprender.

Así mismo, el cuarto contenido  corresponde a “La Condición Postmoderna” de Jean Francois Lyotard. Aquí, el autor muestra el análisis que hace acerca de la sociedad y el saber lo que denomina postmoderno y comienza en los años 50; económicamente puede hablarse la época postindustrial, del capitalismo tardío caracterizado por el fin Keynesismo, del relativo control que los estados ejercían sobre el mundo con el fin de garantizar el estado de bienestar. Una modificación importante de esta capitalismo tardío es el hecho de que el saber, fundamentalmente el conocimiento científico – técnico, aparte de ser mercantilizado, va a convertirse en la principal fuerza productiva en sustitución de la materia prima y de la mano de obra.

En lo político, el autor descarta la consabida de los grandes relatos de la fundamentación teórica y transcendente de la sociedad en su conjunto; esto implica que los sujetos ya no consideran su actividad como englobada en un todo y esto, a su vez, genera una transformación en el modo de concebir la historia y el saber.

A nivel cultural el Nihilismo, la perdida de sentido no es fenómeno novedoso. La tendencia del hombre a la verdad que presuponía la tradición Platónico – Cristiano occidental, se manifiesta en la exigencia de la verdad de la ciencia moderna. Por ello cada ciencia tendrá que legitimizarse por si misma, no por relación a un relato unitario sino que justificara ante la sociedad, en virtud de sus efectos; es decir, del aspecto técnico. Históricamente no se puede decir que la postmodernidad sea la culminación de los ideales modernos que no han hallado su cumplimiento, entonces, ni el individuo se ha erigido como sujeto autónomo, ni la humanidad como sujeto ha logrado emanciparse no ya de la naturaleza sino de si misma. Pero para Lyotard la postmodernidad lo que ha producido es la disolución de la idea ilustrada de la emancipación deliberativa surgida en la Revolución Francesa y encarnada en los estados Democráticos que ven reducir su poder a favor de entidades supranacionales no democráticas como las transnacionales. La sociedades postmodernas explican la pragmática del saber científico para mostrar como el concepto tecnocrático de sistema estabilizado y auto - regulado no es científico y así el funcionamiento de la ciencia se apoya en consenso entre lo científico. Aparece aquí el de Habermas con la idea de la emancipación y legitimación del saber mediante la argumentación, pues fuerzas poderosas actúan en el individuo y lo condicionan, pero debe ser legitimado por la argumentación racional.

Desde esta perspectiva la transformación del saber es manejado como el acontecimiento que maca la separación entre modernidad y postmodernidad y los grandes relatos pierden su autoridad como legitimadores del saber, debido al auge del capitalismo tras la II Guerra Mundial, pero también por germen de la deslegitimación y Nihilismo inherente al saber, presente ya en el siglo XIX. Y la exigencia de la verdad ha provocado el derrumbamiento de la jerarquía de saberes.

Finalmente, la sociedad postmoderna no se aleja de la realidad y las aptitudes ante el avance de la homogenización, miseria espiritual, pobreza, perdida de libertades y la legitimación por el poder poco consoladora y lo que se observa son individuos abandonados ante el poder del sistema sin entidad mediadora que pueda responder ha critica, resistencia y disenso.   


       


         


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