viernes, 27 de mayo de 2011

ANÁLISIS DE LA POSTMODERNIDAD BASADO EN EPISTEMOLOGÍA Y PEDAGOGÍA DE BEDOYA J. (2000)


1.      El análisis precedente sobre Epistemología y Pedagogía indica que al hablar de la postmodernidad nos estamos refiriendo a la razón teórica y la razón practica representada en la sensibilidad de nuestro tiempo, a esa nueva ruptura epistemológica que hay que propiciar en la nueva actitud hacia e conocimiento que debemos tratar de formar de manera ineludible, debe comenzar cuestionando los hábitos inveterados y muy arraigados que manteníamos como inmutables estudiantes y profesores porque permanecíamos fieles al modelo o paradigma vigente del conocimiento, en su momento, Positivismo, Empirismo, Racionalismo e Idealismo. Por lo tanto, el cambio que ahora se esta exigiendo en la educación es una ruptura critica y epistemológica y se va entendiendo realmente que implica educar, aprender; se comprende el proceso pedagógico en su interioridad, convirtiéndose en una toma de conciencia critica con respecto a la educación y es una reivindicación de lo que siempre se había dejado de investigar: El Proceso Pedagógico mismo. O sea, asistimos a una reivindicación de la pedagogía como critica efectuada por los mismos sujetos participantes en el proceso pedagógico.


2.      La postmodernidad representa la sensibilidad de nuestros tiempos, el pensar y sentir de una gran parte de la población, por lo que hoy, es posible hablar de muchas cosas que antes eran vedadas discutir asuntos que parecían no razónales o por fuera de la academia, como la relación entre afectividad y conocimiento. Esto es el carácter positivo en la postmodernidad entre nosotros: podemos discutir y tratar e ciertos temas que antes se consideraban solo asunto de especialistas o de las autoridades en la materia. Cualquiera puede opinar sobre lo que se esta hablando, pero no solo si le propiciamos como hacerlo, sino sobre todo si tiene las mínimas condiciones éticas para hacerlo  y si le exigimos que lo haga con argumentos racionales, con actitud científica. Estamos abriéndonos o despertando a una nueva cultura más abierta y participativa, pluralista e interdisciplinaria en el campo de la educación y la pedagogía; pero esta no se va dando por arte de magia, por generación espontánea, “nada es espontáneo, nada esta dado, todo se construye”. Hay que propiciarla, hay que construirla, a partir de las intuiciones que ya tenemos de que si es posible lograrla. En este sentido todo estudiante u oyente tiene derecho a hablar y a ser escuchado porque partimos del supuesto de que puede pensar o ya ha pensado  o elaborado de alguna forma algo sobre lo que ya se esta hablando o tratando.


3.      La verdad pluralista que las corrientes del pensamiento epistémico no pudieron definir en el pasado, hoy desborda el pensamiento humano en actitud investigativa e indagadora frente al conocimiento, es decir el estudiante puede redescubrir y reivindicar su capacidad de conocer y de asombrarse ante lo real. Además de que por la investigación no solo se forme como el virtual investigador que actualmente se exige sino que se forme como sujeto responsable y autónomo de tal modo que al dedicar esfuerzo y energía, mientras este en la institución, a la praxis investigativa pueda formarse así mismo; primero como sujeto que puede y debe conocer de modo diferente al que hasta ahora, lo habían condicionado, y,  en segunda instancia como sujeto que es, y como es, esto es, como sujeto que ha  realizado su primer paso en la vida en su proceso de conocimiento, este es el verdadero sentido de aprender a aprender que se promueve tanto; que el estudiante no solo aprenda o aprehenda conocimientos sino que aprenda por si mismo y que a través de este proceder conozca su propia capacidad de hacerlo, o mejor que reconozca sus posibilidades y limitaciones. Y así la investigación esta contribuyendo a la formación del estudiante como sujeto, como sujeto de conocimiento y como sujeto que ha iniciado y aún esta en proceso de formación, se puede decir que no se ha formado ya sino que ha descubierto como ha pretendido formarlo otros: -- El sistema educativo, medios de comunicación, las formas incorrectas establecidas de leer, observar, ver y hasta escribir – y como debe ser, al contrario, el proceso formativo auténtico en el que él, en cuanto sujeto esta en construcción, en formación.



4.      Y, por ultimo el devenir humano como expresión del protagonismo colectivo. Debemos oír y escuchar a nuestro interlocutor, a nuestros alumnos que ahora son considerados como iguales, con las mismas posibilidades que antes teníamos exclusivamente como profesores; es la cultura de la participación pedagógica y académica que actualmente se propicia en la universidad, estamos abriéndonos a la  desinstitucionalización como fenómeno de la postmodernidad; tenemos que abrirnos a esta actitud de cambio, y, entender y comprender esta necesidad de cambio que se impone desde arriba. Pero la necesidad de cambiar debe venir de cada uno de nosotros, no pretender el cambio, por el cambio, por mera fuición innovadora sino porque no se deben mantener prácticas inveteradas y obsoletas a las que nos hemos acostumbrado tanto que ya no vemos más allá de ellas. La  actitud epistemológica del cambio debe estar precedida por la reflexión y la autorreflexión de que no solo hay otras formas de proceder, sino porque comprendemos que como estamos procediendo actualmente, estamos inhibiendo, reprimiendo y hasta atentando con las auténticas formas  de acceder  a investigar y producir conocimiento científico.
  

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